Ejecución Presupuestaria

Evolución de los Recursos – 1°semestre 2022

El primer semestre de 2022 se caracterizó por ser un período de gran incertidumbre a nivel macroeconómico. Los importantes desequilibrios en los frentes cambiario, monetario, fiscal y financiero a nivel nacional repercutieron negativamente en la mayoría de las variables económicas.

En este contexto de incertidumbre y marcada inflación es que se analiza el comportamiento de las finanzas provinciales. Los recursos corrientes obtenidos en el primer semestre de este año fueron superiores que los de igual período de 2021, con incrementos tanto en los ingresos de origen provincial como en los de origen nacional. Los recursos tributarios provenientes de la Nación (es decir, que tienen origen en impuestos como IVA, Ganancias, Bienes Personales, entre otros, y que llegan a la provincia mediante el régimen de coparticipación vigente) aumentaron un 7,0% con respecto al primer semestre del año pasado, mientras que aquellos provenientes de impuestos provinciales lo hicieron un 5,5%. Los porcentajes indicados reflejan la evolución de los ingresos en términos reales, es decir, una vez eliminado el efecto de la inflación.

Si bien la recaudación se recuperó en relación a 2021, se observa una importante asimetría en su comportamiento cuando se comparan con los niveles observados antes de la pandemia. Mientras que la recaudación de impuestos provinciales sigue aún por debajo de la del primer semestre de 2019 (-4,0%), los ingresos nacionales obtenidos por coparticipación federal y otros regímenes especiales de este año fueron 14,6% superiores a los de ese período. A nivel provincial, la caída de la recaudación se explica por los menores montos obtenidos de ingresos brutos (-1,8%), automotor (-12,7%), inmobiliario (-21,8%) y sellos (-3,2%). Como consecuencia de esta evolución, los recursos de origen provincial pasaron a explicar el 43% del total de ingresos corrientes, desde el 51% que representaban en 2019.

Esta asimetría en la evolución de los ingresos provinciales y nacionales tiene raíz en las distintas políticas tributarias encaradas en ambos niveles de gobierno: mientras que el gobierno provincial se ha esforzado en los últimos años en reducir la presión impositiva, el gobierno nacional encaró el camino contrario. A nivel local, se implementaron medidas de alivio a actividades afectadas por la pandemia, que se mantienen hasta el día de hoy, así como también reducciones en las alícuotas de ingresos brutos a actividades de la economía del conocimiento y la industria de software, o los topes de incremento a los impuestos patrimoniales establecidos en 2021 y 2022. Contrariamente, a nivel nacional se aumentó el IVA a algunos productos de la canasta básica, que en 2019 tributaban el 0%, varios cambios implicaron un significativo incremento de la presión fiscal del impuesto a las ganancias, tanto para sociedades como para personas físicas y se subió fuertemente la carga del impuesto a los bienes personales, entre otras medidas que implicaron un significativo incremento de la carga fiscal en el sector privado.

En este sentido, se destaca la convicción de Mendoza por reducir la presión fiscal y hacer más eficiente el Estado, para favorecer las inversiones, el trabajo y la reducción de la pobreza, incluso en un contexto de extrema volatilidad e incertidumbre como el que se está atravesando en nuestro país.